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Historia y Monumentos

 

HISTORIA Y MONUMENTOS DE ALCALÁ DE GUADAÍRA

 

Prehistoria

 

Según indican los restos arqueológicos hallados, los primeros asentamientos estables en el lugar datan del Calcolítico o Edad del Cobre (2500-1500 a.C.), período caracterizado por un aumento de la población en asentamientos cercanos a los ríos. Dan fe de ello los restos megalíticos de la zona de Gandul.

Tras esta época, se produjeron los primeros descensos demográficos y los apiñamientos en torno a centros fortificados, provocados por las disputas de poder y de posesión de las tierras. Hechos que potenciaron la 

agricultura y ganadería como parte fundamental de dichos asentamientos, favoreciendo un abastecimiento constante de dichos núcleos de población.

 

Época Romana.

 

En torno al Siglo II a. C. y debido a la proximidad con Híspalis, el entorno se vio rápidamente favorecido en cuanto a la asimilación de la cultura romana, que trajo consigo el latín, la moneda y el Derecho romano. Lo cual no fue espontáneo, ya que Alcalá contaba con lo que por aquel entonces era todo un tesoro, el río, el cual proporcionaba gran fertilidad a la zona.

 

Época Visigoda.

 

No existe mucha documentación sobre esta época ya que no llegó a establecerse en la zona sur de la Península Ibérica. Aunque de su pasado visigodo existen numerosas lápidas e inscripciones que se conservan en el Museo de Alcalá de Guadaíra.

 

Al-Andalus

 

En la batalla del Guadalete, perdió el rey Rodrigo su reino. Tras una rápida conquista basada en los tratos y acuerdos, se impuso el reinado árabe en la península. En los años 711 y 756, Sevilla fue la capital de la provincia islámica (la península era una provincia). Época de la cual proviene el actual nombre de la localidad, Alcalá de Guadaíra, que deriva de Qall'at Yâbir (Qalat Chabir) junto con la denominación del río Guadaíra Wadi Ayra (Wadi ira). Su importancia derivó de encontrarse en un cruce de caminos así como ser parte del cinturón defensivo de Hispalis.En relación a su nombre, el ayuntamiento aprobó en 2001, en acuerdo plenario la normalización ortográfica del término "Guadaíra", en lugar de "Guadaira" (que era el que figuraba anteriormente), amparándose en la pronunciación de los naturales de la comarca. Este cambio de denominación tomó carácter oficial tras la publicación en el BOE 097 de 23/04/2003.

 

La Reconquista

 

Época importantísima en su historia, ya que se produce su consolidación como pueblo, dejando de ser un mero asentamiento militar y lugar de tributo de los campesinos de la comarca. En el año 1280, Alfonso X da al pueblo la carta de poblamiento creándose La Villa de Alcalá.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Monumentos más importantes

 

- Dólmenes de Gandul

- Recinto fortificado medieval, los restos actuales proceden del siglo XIV y XV. Sus antecedentes son una anterior construcción romana y una posterior construcción en época almohade.

- Castillo de Marchenilla, situado en el camino hacia Morón de la Frontera, la parte más primitiva de la construcción se remonta al siglo XIV.

- Despoblado de Gandul

- Patio del Ayuntamiento

- Molinos de la ribera del Guadaíra, Marchenilla y Gandul conservados en la orilla del río Guadaíra, algunos de ellos son de origen mudéjar.

- Puente de Carlos III

- Antiguo Cuartel de la Guardia Civil, obra de Juan Talavera y Heredia.

- Hotel Oromana, obra de Juan Talavera y Heredia.

- Teatro "Gutiérrez de Alba"

- Colegio "Pedro Gutiérrez", obra de Juan Talavera y Heredia.

- Colegio "Cervantes"

- Estación elevadora de agua de la Adufe

- Puente del Dragón

- Museo de Alcalá

- Parque natural de Oromana

- Casa del marqués de Gandul

- Antiguo Pósito, edificio construido entre 1744 y 1768

- Palacete Ibarra

 

 

Arquitectura religiosa

 

- Parroquia de Santiago el Mayor, comenzada a construir en el siglo XV.

- Parroquia de San Sebastián, templo de estilo mudéjar del siglo XVI.

- Iglesia de San Miguel, estilo mudéjar, construida en el siglo XIV y destruida casi en su totalidad en 1808. -    reconstruida en la década de 1960.

- Ermita de San Roque

- Convento de Santa Clara

- Santuario de la Nuestra Señora del Águila, de estilo mudéjar, construida en el siglo XIV como parroquia      principal de la villa.

- Iglesia de San Juan Evangelista de Gandul.

- Capilla del Colegio Salesiano. Antigua iglesia del convento de los carmelitas

 

- Capilla de la Hermandad del Santo Entierro Antigua capilla sacramental de la iglesia del Convento               Carmelita

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Desconocido por muchos, el imponente molino de Cerrajas se cae a pedazos a pesar de su valor histórico y patrimonial


El molino y la aldea olvidados


Alejado de la ciudad unos seis kilómetros y fuera del parque de ribera, el Molino de Cerrajas ha quedado fuera de los planes de recuperación del patrimonio asociado al río Guadaíra que en los últimos años han permitido restaurar varios de los molinos harineros. El deterioro y el olvido amenazan la estructura de uno de los molinos más imponentes.

Este molino, imponente en su construcción con torre fortificada de tres plantas y que debió tener también función defensiva, es el resto visible de una aldea que con el mismo nombre de Cerrajas aparece en el repartimiento de Sevilla hecho por Fernando III. Vuelve a aparecer luego en el “Diezmo eclesiástico de 1408 a 1503 y en él se habla de un donadío con población estable y templo. De todo ello no queda hoy visible sino el molino y algunos restos de muros. Pero es posible que bajo tierra aún se conserve parte de la historia de esta aldea.


Lo que aún puede verse hoy asombra por su entidad constructiva en un entorno puramente rural. El molino tiene tres cuerpos. En el centro su imponente torre de unos doce metros de altura y que ya ha perdido el remate almenado que confirmaba su función defensiva. A un lado, la nave de molienda, cubierta por una fuerte bóveda de cañón en cuyo anterior, anegado ahora de tierra de las avenidas del río, se situaban las piedras de moler. Al otro lado una construcción adosada a la torre que posiblemente sirviera de vivienda, almacén o como dependencias anexas a la sala de molienda y que ha perdido su techumbre. A su alrededor se dispone un amplio sistema de conducción de aguas, con una azuda de mucha entidad para represar el agua del río y darle fuerza al pasar bajo el molino, de forma que pudiera hacer girar las piedras que molían el trigo.


Pero en Cerrajas estamos ante mucho más que un molino harinero y tenemos también un elemento defensivo de primera categoría. Su torre debió servir de refugio a la población de la aldea aledaña en caso de ataques en la convulsa frontera entre cristianos y musulmanes de los siglos XII y XIII. La antigüedad del molino debe cifrarse por ello al menos como anterior a esta fecha.  La Carta Puebla de Alcalá de Guadaíra, fechada en 1280, dice que la aldea de Cerrajas sufría despoblamiento desde hacía cuarenta años, es decir desde la conquista cristiana del Castillo de Alcalá de Guadaíra. Pero el molino siguió trabajando y su torre fue vigía para la protección del Castillo en un punto intermedio entre Sevilla y Alcalá de Guadaíra. Según Luis Francisco Flores, de la Universidad Pablo de Olavide, esta función la compartiría con otros tres molinos con torres almenadas situados en el curso del Guadaíra: Realaje, Aceñas y Algarrobo (con el que guarda gran similitud en cuanto a su estructura). De esta forma, el molino fue primero defensa de los árabes frente a los cristianos que realizaron incursiones por la zona desde 1189. Y luego al contrario, tras la conquista de la fortaleza alcalareña en 1246, frente a invasiones como las de los benimerines de los años 1275 y 1277.


Su larga  historia también ha creado leyendas alrededor de este molino. Parece lógico pensar que su nombre se deba a la abundancia en el entorno de la planta del mismo nombre. Pero el Padre Flores en sus “Memorias históricas de la villa de Alcalá de Guadaíra” de 1833 refiere que “no falta quien declara que perteneció a un moro al que llamaban Cejas Rajadas, por lo rasgado de ellas”. Ya entonces se lamenta el autor por “su faz ajada y penosa”




 

 

 

 
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